martes

Un pino que da mucho de que hablar

Cerca de la piscina se alzaba el último superviviente de un antiguo bosque. Un gran pino, con mas de un siglo (o dos) de historia en los que ha resistido el cierzo o las pedradas de los niños para obtener sus preciados piñones. Ha sido testigo de romances y encuentros. Conoció los secretos que se contaron a su sombra. Utilizado cómo punto de encuentro y, a la vez, de ruptura con aquellos que marchaban hacia el este. Ha protegido a campesinos del tórrido sol aragonés. Ha fascinado a otros tantos por su perseverancia vegetal. Ha sucumbido, como muchos, tras una larga agonía.

Fue un retrato de la vida que ahora muere marrón y triste. Pronto dejará caer sus últimas agujas y se quedará desnudo hasta el día en el caiga contra el suelo y nosotros, infelices como nadie, le llevaremos a cualquier sitio para que se pudra o sea quemado logrando que lo que fue todo un símbolo para nosotros, sea una vaga sombra para los siguientes y un recuerdo olvidado para los de después.

Siento no otorgaros ninguna imagen pero no tengo ninguna de su etapa de lucided y paso de mostraros a un ser maltrecho.

0 llamadas:

Publicar un comentario